![]() Si estás leyendo este artículo seguramente has intentado más de una dieta, has pasado por varios gimnasios o tipos de ejercicio, has tomado suplementos… y aquí estás hoy, todavía tratando de encontrar respuestas del por qué no puedes bajar de peso y mantenerlo ahí sin esfuerzo. Entonces, ¿qué piensas si te digo que es mucho más fácil de lo que pensabas?. Porque lo es, y te lo voy a explicar aquí. Para poder mantener nuestro peso ideal, necesitamos tener un buen metabolismo que sea nuestro aliado y así poder utilizar los ácidos grasos libres como energía, en lugar de acumularlos como depósitos de grasa. Básicamente ésta es la clave principal, poder mantener un buen metabolismo como el que la mayoría de los jóvenes de 18 años tienen, por eso no se preocupan por lo que comen y difícilmente ganan peso. Entonces vamos a entender cómo podemos volver a tener este metabolismo, o si nunca lo has tenido, ¡crearlo!. Para esto necesitamos irnos al fondo de nuestro cuerpo. El cuerpo está conformado por aproximadamente 30 trillones de células. Cada célula tiene su función, sin embargo todas trabajan en equipo para un fin común que eres tú. Para que puedan trabajar juntas, necesitan comunicarse y así, que las células del cerebro sepan si las células de los pies necesitan algo y viceversa. Las células se comunican a través de hormonas y neurotransmisores. PUNTO 1. NIVELES HORMONALES Cada grupo de células tiene alguna hormona que las rige, por ejemplo, los ovarios funcionan con progesterona y estrógeno, mientras que el corazón tiene más testosterona. Cada hormona es líder de un grupo diferente de células. Solamente hay una hormona que pasa por todas las células del cuerpo, digamos que es la supervisora general del cuerpo, y es la hormona tiroidea. Por eso es que cuando alguien tiene problemas con su glándula tiroidea afecta tanto a todo el cuerpo. Para que podamos utilizar la grasa como energía, es necesario que todas éstas hormonas estén en sincronía. Es necesario que nuestros niveles hormonales sean los óptimos. Cuando este joven de 18 años come lo que quiere y no sube de peso, tiene niveles óptimos de testosterona, hormona de crecimiento, hormonas tiroideas, vitamina D (que en realidad es una hormona) y balance entre progesterona y estrógeno. Eso es lo que queremos. Hay diferentes tipos de hormonas, y algunas nos pueden hacer subir de peso, por supuesto. Para poder lograr este balance y utilizar las mismas hormonas que produce nuestro cuerpo, es necesario que acudas a un especialista en el tema. El punto es que puedes tener únicamente un desbalance hormonal mínimo, que no te ayuda a estar en tu peso ideal. Una vez corregido, no vas a necesitar de esfuerzos sobrehumanos para bajar y mantenerte. PUNTO 2. INSULINA BAJA Cuando comemos ciertos alimentos, el cuerpo los transforma en glucosa. Qué tan alto suba esa glucosa (dependiendo de la calidad y la cantidad de lo que consumamos) va a depender cuánta insulina tenemos que producir para bajarla. Entre más insulina estemos produciendo, más probable es que guardemos los grasas en el cuerpo a que las utilicemos como energía. Cuando llegamos al punto en el que estamos produciendo tanta insulina que nuestro páncreas se cansa y deja de producirla, empezamos con un padecimiento llamado Diabetes tipo 2. Ahora el problema no es la insulina alta, es que la glucosa no baja y es más probable que nos cuesta mantener nuestro peso. La clave con este punto es tener buenos hábitos de alimentación. Deja de hacer dietas muy restrictivas con fecha de expiración, deja de prohibirte tantos alimentos, solamente haz un balance y empieza por introducir alimento saludables que te gusten. Dale otro enfoque, los hábitos se van creando poco a poco, piensa cuánto tiempo llevas con los hábitos que tienes ahorita como lavarte los dientes diario, pararte a la escuela o al trabajo, tomar agua, etc, etc, etc. Nuestra vida está llena de hábitos, ¿por qué no escoger unos más saludables?. Puedes empezar por algo tan mínimo como introducir alguna verdura a la comida, si es que no comes ninguna ahorita. Hazlo poco a poco y cuando te des cuenta (se dice que en 21 días), vas a tener un nuevo hábito más saludable. No quieras cambiar todo de jalón de un día para otro, eso es una dieta. Dejar de comer azúcar (TANTA azúcar) es un hábito muy saludable, velo haciendo poco a poco conforme te sientas cómodo. El azúcar nos crea adicción y curiosamente, cuando dejamos de consumirlo habitualmente, se nos deja de antojar. PUNTO 3. ¿EJERCICIO? Antes de que me hagas caras y quieras saltarte todo el artículo, lee esto: Con solo 10 minutos de actividad física, 3 días a la semana, puedes lograr todos tus objetivos de peso y salud. Últimamente han salido una gran cantidad de estudios de universidades e instituciones muy prestigiosas donde han llegado a esta conclusión: el ejercicio, como todo, en exceso es malo. Lo importante no es el tiempo, es la calidad de lo que haces. Lo único que tienes que hacer es un ejercicio de intervalos de alta intensidad (HIIT) por 10 minutos, en serio, por 10 minutos. ¿Qué ganas con esto? Tu corazón va a ser más fuerte, tus pulmones van a llenarse a su máxima capacidad, tus huesos van a mantener una buena densidad ósea, tu músculo va a crecer y tu grasa va a estarse utilizando como energía por hasta 4 horas después de tus 10 minutos de ejercicio. Incluso mejores beneficios por hacer este tipo de ejercicio que por estar horas en el gimnasio o corriendo con ejercicio de la vieja escuela. PUNTO 4. ESTRÉS = CORTISOL Cada vez que tenemos estrés, producimos una hormona que se llama Cortisol. Hace años el estrés era una vez por semana, una vez por día máximo... ahora puede ser cada vez que te llega un correo, cada vez que suena tu celular, cada vez que te subes al coche. No estamos acostumbrados a tener todo este cortisol, no estamos preparados. ¿Qué hace el cortisol?, no solo nos pone de malas y alerta, también nos hace subir de peso. Si nuestro cuerpo está en estado constante de alerta, piensa que hay un peligro. Cuando hay peligro, no podemos relajarnos y estar reparando el cuerpo y utilizando la grasa como energía. Lo que hacemos es guardar todo lo que podamos para prepararnos para la guerra. Eso siente el cuerpo y eso es lo que hace a nivel celular. Hay varias maneras de controlar el estrés, y no, NO estoy hablando de medicamentos. PUNTO 5. ¡DORMIR! Si tienes insomnio o te cuesta mantenerte dormido toda la noche, es probable que tengas un problema con tu peso. Esto porque volvemos al punto 2 y al 5, no dormir nos pone en un estado de alerta que sube el cortisol y que sube nuestra insulina. Así es, sin comerte un pastel de chocolate, tu cuerpo está produciendo insulina. Hay muchas investigaciones que han ligado la falta de sueño con el aumento de peso. En un estudio muy famoso con enfermeras en Estados Unidos se encontró que las que dormían menos de 5 horas por noche, pesaban en promedio 13 kg más que las que dormían 7 horas o más. Si tienes un problema en cualquiera de estos puntos, te aseguro que al corregirlo vas a empezar a notar que te cuesta menos y menos mantenerte en el peso que tanto has querido lograr. Nuestra Clínica ha ayudado a miles de personas a mantenerse así y tener una mejor calidad de vida con un enfoque integral, lo único que necesitas es decidirte a empezar tu nueva y mejorada vida. Dir. Fernanda Rodríguez del Peón (55) 62 79 83 14 (55) 67 96 82 90 [email protected]
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Junio 2017
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